FUTBOL Y SOCIEDAD: VIOLENCIA E INSEGURIDAD

La murga uruguaya es muy distinta a la nuestra. Y es extremadamente popular. Inmensamente popular. En el mismo nivel de masividad que el futbol y el mate. Suben a los “tablados” durante el carnaval oriental (el más largo del mundo).

Sus letras jamás son neutrales. Poseen una dura carga de protesta social y jamás son benignas con los poderosos. Siempre son políticamente incorrectas. Es una catarsis colectiva donde se denuncia la hipocresía y la doble moral de las clases dominantes. En la sociedad uruguaya no reina la autocensura "de eso no se habla o el silencio es salud".

En el verano de año 2011 la murga Agarrate Catalina (una de las cinco grandes) ganó el primer premio en el Carnaval 2011 en el teatro de Verano de Montevideo (una especie de cancha de fútbol con forma de anfiteatro). Y en uno de sus cuplés habla de la violencia.

De la violencia vista desde los de abajo, de los marginados, de los excluidos. La violencia como elemento disolvente de las defensas populares, fogoneada desde los sectores de poder como instrumento de control social y represión. Y de manera magistral lo cuentan musicalmente a través del ritmo del canto futbolero argentino.