TODO EL PODER A LOS SOCIOS. BASTA DE COMISIONES DIRECTIVAS QUE HUNDEN AL CLUB


Cuando en la última asamblea ordinaria se aprobaron los dos últimos balances, los concurrentes a la misma aprobaron los mismos. De haber ido cinco veces más cantidad de socios, la aprobación hubiese sido también la misma. ¿Porqué? 

Porque de los balances (absolutamente bien hechos) solo surge lo formal, no lo real. Números bien dibujados que nada dicen del transfondo que ha llevado al club a deber decenas y decenas millones de pesos argentinos.

Y la realidad en nuestro club, lo real invisibilizado en los balances es que el mismo está manejado en sus decisiones económicas, financieras, patrimoniales e incluso deportivas, por los "grupos de inversores". 

Este tipo de gente que cuando se le preguntó a las comisiones directivas (no solo a la actual, sino también a las anteriores) sobre quienes los integran o como llegaron al club, la respuesta es mas o menos siempre la misma: "gente que quiere ayudar a chacarita", "gente que prefiere ayudar al club de manera anónima" y otras mentiras piadosas de similar calibre. Y todos sabemos que eso es absolutamente mentira. Desde siempre.

Ahora bien: ¿hay solución para que institucionalmente se pueda evitar esto en el futuro? Claro que sí.

Pero ¡¡¡ ojo !!!. Esto es imposible en el actual marco normativo-administrativo  con el que funciona institucionalmente el club. Y también será imposible si el oficialismo actual o la oposición logran imponer - como reforma al actual estatuto procesista de 1976 - sus respectivos proyectos elaborados.

Porque los tres modelos actuales (el vigente y los dos proyectos existentes del oficialismo y la oposición) mantienen la misma estructura de gobierno: la suma  del poder sigue en manos de las comisiones directivas. En los tres modelos los socios siguen siendo reducidos a dos funciones: que voten cada cuatro años y se vuelvan a sus casas y una vez por año concurrir a la asamblea ordinaria de fín de año para aprobar los balances. 

Los dos proyectos de reforma del actual estatuto que el oficialismo y la oposición han proclamado con bombos y platillos como la solución a todos los males del club plantean la creación de una "súper-comisión" de auditoria y supervisión de las decisiones tomadas por las comisiones directivas. Con el pequeño detalle que lo harán después que las decisiones hayan sido tomadas por las comisiones directivas. O sea, después de las comisiones deportivas hayan dejado abrochado al club con los "grupos de inversionistas". 

¿Acaso alguien ha visto en estos últimos 20 años a  algún integrante de alguna comisión directiva, investigar y denunciar judicialmente a algún integrante de la comisión directiva anterior a la que sucedieron?. Entonces, ¿porque lo harían ahora si se trata de los mismos elementos de siempre que han estado involucrados en más o en menos con las comisiones directivas que han pasado por el club en los últimos 20 años? 

En resumen: los dos proyectos de reforma del oficialismo y la oposición del actual estatuto cambian "algo" para que "todo" siga igual. Puro gatopardismo institucional. Propio de la burocracia dirigencial de estas última décadas.

La solución institucional para que el club en el futuro se libere de las garras de estos fondos buitres no pasa por la aparición de un dirigente "salvador y honesto". Por un iluminado. Y muchísimos menos por el publicitado llamado ("verso" en criollo) de la "unidad" de todos los chacaritenses para "salvar" al club. Eso es una mentira. Un engaño. Una maniobra dialéctica a través de la cual se pretende "amnistiar" a todos los responsables del endeudamiento del club de estos últimos 20 años. No puede existir ninguna unidad en la cual estén presentes los dirigentes que han sido la causa del problema del club. Mal pueden esos mismos dirigentes y sus adeptos, ser ahora la solución del club. 

Chacarita atrasa. Atrasa mucho. Todos atrasamos mucho en conciencia política institucional. Se nos propone nuevamente la impunidad para todos aquellos que han destruido al club a través del olvido. De un olvido que disfrazan bajo el verso de "la unidad para salvar al club". Chacarita Juniors, se debe a si mismo, ya no "bajar los cuadros" de los genocidas del 2004 o siquiera el "Argentinazo" del 2001. En Chacarita aún no se ha intentado ni siquiera el "Nunca Más" de 1984.  

Por eso, la solución institucional pasa por una revolución institucional. Por un nuevo ordenamiento normativo-administrativo que rompa definitivamente con el cepo institucional que implica que la suma del poder de decisiones de órden económico y financiero sigan perpetuamente en manos exclusivamente de las comisiones directivas.  

Comisiones directivas con muchos miembros pero que en realidad se reducen en la práctica al manejo unilateral de un par de integrantes de ellos entre cuatro paredes entre gallos y medianoche porque todos sabemos que el resto de los integrantes de las comisiones directivas (sobre todo los vocales) son papel pintado.   


Por eso, solo un estatuto que produzca un cambio revolucionario  en quien posee el poder para decidir dentro del club solucionará definitivamente que el club NO siga siendo rehén de estos fondos buitres. Un nuevo estatuto por el cual las decisiones económicas y financieras de las comisiones directivas deban ser aprobadas PREVIAMENTE por los socios. Sin la aprobación PREVIA de los socios, no hay decisión directiva económica y/o financiera que valga. 

Para instaurar que el poder de decisión económico y financiero del club sea rescatado de las garras de las comisiones directivas y retomado a favor de los socios, que son la única voluntad soberana y constituyente del Pueblo Funebrero, existen dos mecanismos de autogobierno de los socios.

Un mecanismo de máxima, de democracia directa e ideal pero que es de dificultosa aplicación material en el día a día es la de la asamblea de socios. Cada vez que las comisiones directivas deben tomar decisiones económicas y/o financieras de relevancia para el futuro patrimonial del club (no estamos hablando por supuesto de los gastos corrientes para cambiar las bombitas de luz que se queman, los cueritos de las canillas que pierden o de la compra de semilla para el resembrado del pasto de la cancha ¿se entiende, no?) dichas decisiones deben ser puestas a la aprobación de la asamblea de socios. Se trata del mecanismo que establece la convocatoria a sucesivas asambleas de socios a lo largo del año para dar la aprobación o rechazar las propuestas económicas y financieras de la comisión directiva.

Un mecanismo de mínima, de democracia representativa, y que sería de más fácil instrumentación en la práctica en el día a día sería, la creación -por estatuto - de una asamblea permanente de representantes de socios (dicho en criollo: una especie de cámara de diputados funebreros votada por los socios, cámara que sería la encargada de aprobar o rechazar PREVIAMENTE la toma de decisiones que las comisiones directivas estuvieran interesadas en tomar). La comisión diretiva sería el ejecutivo y la asamblea de representantes de socios el legislativo

Esa asamblea de representantes de socios (o diputados funebreros) se elegiría a través de distintas listas de candidatos, si o sí, en elecciones separadas de las elecciones para integrar las comisiones directivas. Su número podría ser de 21 u otro número impar para evitar cualquier tipo de empate, sus decisiones sería por mayoría simple, durarían en sus funciones dos o tres años y su integración se realizaría conforme el sistema D´Hont de representación electoral (cada lista obtendría tantos diputados como porcentual de votos obtuviera la misma)

Además esas listas de candidatos a representantes de socios (o diputados funebreros) no estarían sometidas a requisitos proscriptivos del actual estatuto (y que siguen existiendo en los proyectos de reforma del oficialismo y oposición) que exigen a propósito contar con un elevadísimo número de avales de socios para participar en las elecciones. En las legislativas sería todo lo contrario. Exigir a cada lista de candidatos a representantes un número simbólico de avales que nunca superaran el número de 50, por ejemplo. Cuando más listas existan para candidatos a diputados, más democracia participativa de socios existiría. 

Y sin los límites proscriptivos de edad o de antiguedad como socio existentes contra la juventud (que practica el actual estatuto y que mantienen los dos proyectos de reforma del oficialismo y la oposición). Bastaría con tener más de 21 años y dos años como socio para poder votar y ser votado. El futuro de Chacarita Juniors está en manos de su juventud funebrera. la realidad de estos últimos 20 años demuestran claramente que los "viejos", los de supuesta "experiencia", son los máximos responsables de la destrucción institucional, económica y financiera del club       

Lo que Chacarita Juniors necesita es una versión criolla de la Revolución Cultural China. "Que se abran cien flores" dijo Mao Tse Tung.  Una revolución donde las nuevas generaciones y las generaciones anteriores que nada han tenido que ver con el poder del club, puedan barrer definitivamente a la burocracia dirigencial de las últimas décadas. Por eso: que se presenten muchas listas de diputados funebreros. Que la integren la mayor cantidad de jóvenes posibles. 

Además este último mecanismo de la asamblea de representantes tendría una ventaja adicional y es que permitiría a muchísimos socios de generación intermedia poder presentarse como candidatos a dicha cámara porque - a diferencia de ser integrante de la comisión directiva que implica contar con mucho tiempo libre y por ende con una muy buena posición de solvencia económica propia dada la gestión diaria a desarrollarse en el club - en cambio, esta cámara les permitiría ser actores políticos en la vida institucional del club sin que ello interfiera con su trabajo diario o restar excesivo tiempo a sus familias y afectos. 

Sería el definitivo EMPODERAMIENTO DE LOS SOCIOS, hecho no conocido en la historia institucional del club. Sería un hito: por fín un tiro para el lado de la justicia: los de abajo controlando a los de arriba. 

Esa Cámara de representantes de socios (o diputados funebreros) en su carácter de poder legislativo solo se reuniría cada vez que las comisiones directivas deban tomar decisiones económicas y financieras y procederían a aprobar o rechazar los proyectos de decisiones que quisiera tomar las comisiones directivas. Inclusive y aunque no hubiera decisiones a tomar, podría establecerse una reunión mensual obligatoria ( o quincenal) del pleno de los representantes de socios como forma de establecer una rutina práctica legislativa.

Obviamente esta propuesta de revolución cultural funebrera no será del agrado de los mismos de siempre: de todos los que dirigieron al club desde 1994 al día de la fecha. Saldrán con los tapones de punta a torpedear y hundir esta propuesta. Pero depende de nosotros los socios comunes con la ayuda si o si de los hinchas jóvenes (que verán por primera vez un acicate concreto para hacerse socios, la de cambiar la figura de ser simple paga cuotas a que los reduce los tres modelos existentes de estatuto, para transformarse en actores con  poder de decisión efectiva). 

La alternativa a esto es dejar todo como está y seguir en el malsano y autodestructivo ejercicio de putear y llorar sobre la leche derramada. Acá no hay dirigentes salvadores. Nunca los hubo. Desde los 90 todos se "cargaron" al club. 

¿ejemplos?:

la hipoteca trucha del polideportivo, la privatización de las inferiores, la desprivatización y el enorme y millonario juicio posterior, la entrega de las inferiores a grupos de inversores, la designación a dedo de las dos constructoras del estadio a amigos del poder, la desvergonzada práctica de descontar los documentos de la AFA en financieras de familiares de los directivos, la venta de jugadores a precios irrisorios, la triangulación de dichas operaciones, la contratación de jugadores en función de los intereses económicos de los dueños de los derechos económicos de los jugadores o la de sus representantes, etc., etc., etc. Todo esto lo han hecho delante de nuestras narices.  Y siguen "cargándose" económicamente y financieramente al club. Además de reirse de todos nosotros, la "gilada" como nos llaman. 

¿O la catastrófica deuda multimillonaria de Chacarita Juniors la generamos nosotros, los socios comunes y los hinchas?

Después que pasen las elecciones nacionales de octubre, habrá que prepararse para construir una masa crítica de socios con voluntad política de constituir una lista electoral para las elecciones del año 2016 con la propuesta y promesa electoral principal que será que en los primeros 100 días de gobierno se cambie el estatuto y transferir todo el poder de decisión económica y financiera en manos de las comisiones directivas a la de los socios, sea en su expresión de máxima (asamblea de socios) o de mínima (asamblea de representantes de socios). 

Cualquier alternativa distinta a esta revolución cultural funebrera solo será más espejitos de colores y más venta de humo para que los mismos de siempre sigan hundiendo a Chacarita Juniors. Esta en nosotros decir: NO en nuestro nombre !!! La única lucha que se pierde es la que se abandona !!!!