El presidente de Boca maneja la AFA de prepo con su nuevo aliado, el titular de San Lorenzo. La deuda heredada y profundizada. Los clubes grandes contra el resto.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) empieza a reeditar una vieja fórmula electoral de los años 70. Lammens al gobierno (o quizás algún otro de ser necesario como el cordobés Pérez), Angelici al poder.
Si este slogan quedara formalizado el próximo 29 de junio - cuando se vote otra vez para presidente - la alianza “Cambiemos hacia la derecha” habrá sumado un nuevo ministerio al gabinete nacional: el ministerio de la pelota.
Tiene una excusa hecha a medida para intervenir. Es el estado de quebranto de la AFA. Su crisis colosal incluye, según quién lo diga, un pasivo estimado de 3.000 millones de pesos o de 500 millones de pesos.
Endeudada a tasas altísimas, los dirigentes de los clubes grandes que hoy la manejan sueñan con una Liga paralela, venden el Fútbol para Todos de a pedacitos y por chauchas y palitos a Clarín y Telefónica. Y avanzan a ritmo sostenido hacia la devolución de los derechos televisivos a favor del Grupo Clarín.
Las demás instituciones no tardarán en rebelarse y ya extrañan la vieja caja de zapatos en que Julio Grondona guardaba los cheques en su ferretería de Sarandí.
Hoy los cheques son voladores porque les vienen rechazados. Mañana tal vez no alcancen para pagar la cuenta de la luz ni los insumos que faltan. Un ejemplo: en la sede de la AFA falta dinero para reponer los cartuchos de impresoras o las cortadoras del césped en el predio de Ezeiza.
En este terreno fértil para embusteros (Dante Panzeri dixit) avanza el delegado del presidente Macri, dedo designador de jueces y fiscales, “empresario” del juego ilegal y de los bingos y radical PRO: Daniel Angelici
Angelici primero simuló aliarse con Luis Segura, después y ya desde adentro del oficialismo le puso límites al enfrentamiento con la candidatura de Marcelo Tinelli, en ese entonces el candidato de Macri para la AFA.
Pero ahora la Casa Rosada juega su juego con Matías Lammens - dejándolo tiralo en el camino al conductor de TV. Aunque ambos candidatos cuervos propician que los clubes sean privatizados a favor de grandes empresas, hoy a Balcarse 50 le sale menos caro el presidente azulgrana que el mediático conductor televisivo
Angelici tiene además colocadas piezas fundamentales en la Justicia a las que designó a dedo y designó al mismísimo jefe de la exSIDE, ahora Agencia Federal de Inteligencia (AFI), un viejo amigo con el que se cansó de triangular jugadores, evadir impuestos, lavar dinero de representantes y bingos y fugar capitales al exterior.
El partido para saber quién maneja el poder en el fútbol se comenzó a jugar el 30 de julio de 2014. Ese día murió Grondona. Desde entonces, la AFA se fue llenando de opositores al gobierno de Cristina Kirchner.
Lo avisamos hace un año y medio atrás, a fines de diciembre del 2014:
“Los clubes más poderosos fueron colonizados por funcionarios, sindicalistas, militantes y simpatizantes con demasiado poder y presencia en el PRO, la CGT que conduce Hugo Moyano y Luis Barrionuevo el radicalismo. También hay referentes del Frente Renovador de Sergio Massa en otras instituciones. O dirigentes provinciales que acompañan a Mauricio Macri en el orden nacional y que comienzan a aparecer en cargos relevantes.
El Estado, propietario de los derechos televisivos del Fútbol para Todos, deberá lidiar en un año electoral con este espacio de voces críticas que, aun no siendo uniformes, pueden convertir a la AFA en una asociación ingobernable, donde queda un puñado de directivos que integran el grondonismo residual”.
Y así fue, lamentablemente para los clubes chicos. La AFA se tornó ingobernable. Tinelli avanzó hasta quedar a un voto de la presidencia, pero ahora retrocedió varios casilleros.
Lammers como presidente de San Lorenzo es el tesorero de la AFA y Angelici como presidente de Boca es el secretario general de la AFA.
Toda la documentación clave de la AFA es firmada exclusivamente por ellos.
Segura se transformó en una figura casi decorativa, aunque trabaja por los dos en el día a día. También un grupo de viejos gerentes que, ya jubilados, resuelven los asuntos internos de la asociación.
Esta situación convive con otra que es funcional a los planes de Angelici y el Macri.
Dos presidentes de clubes que no comulgan con el gobierno reconocieron que hay decenas de ñoquis en la AFA. No lo dicen a cara descubierta, pero denuncian: “Cobran sueldos de entre 40 y 50 lucas por mes”.
Desde adentro de la asociación responden con una pregunta: “¿Los campeones del 78 son ñoquis porque cobran un sueldo módico por ganar el Mundial?”. Jorge Olguín, en una entrevista del periodista Diego Borinsky publicada por El Gráfico el 11 de agosto de 2014, dijo que eran “tres mil pesos” en ese momento.
Hoy los árbitros percibieron sus honorarios de diciembre a principios de este mes, la deuda global de la AFA llegaría a 3 mil millones de pesos, para tomar créditos paga intereses siderales y el Gobierno - según denuncian los dirigentes de los clubes más chicos - les paga migajas por los derechos de televisión.
La última cifra pautada es de 761 millones de pesos a desembolsar en seis cuotas, más 120 de una deuda anterior que ya fue abonada en enero y lleva el monto hasta 881 millones. Los números fueron difundidos por Fernando Marín, el titular de Fútbol para Todos.
Por el torneo de Transición que durará seis meses el Gobierno adelantó dos cuotas de aquella suma. También devolvió los derechos de la Copa Argentina, la B Nacional y los partidos de la Selección Nacional en el exterior.
A futuro se trabaja en una licitación internacional para colocar los derechos. O sea, esta vez el revoleo es a nivel mundial. Falta que se lo ofrezcan a la CIA o el Mossad.
Pero en la página oficial del FPT no hay una sola mención a este acuerdo.
Nicolás Russo, el presidente de Lanús, emergió hasta ahora como el dirigente más dispuesto a enfrentar al binomio privatizador de clubes: el eje Angelici-Lammens.
Russo dice sin anestesia:
“A ESTE PASO Y CON ESTE GOBIERNO NACIONAL, SI SUS CANDIDATOS GANAN LA AFA, LOS CLUBES VAN A CAER EN MANOS DE SOCIEDADES ANÓNIMAS. EL PRIMER BOCADO SON LAS INFERIORES”.
Después de que Boca y San Lorenzo se quedaran con la secretaría general y la tesorería de la AFA respectivamente, Russo ya había anticipado lo que piensa:
“Por un lado están los clubes grandes, que se han adueñado de todos los espacios de poder de la AFA, y eso es malísimo para el fútbol argentino. Casi como una enfermedad terminal.
Y por otro lado, se está gestando un movimiento, de los clubes chicos, de clubes del interior, del ascenso, de las Ligas, que estamos apostando por otro fútbol. Que haya un reparto equitativo del dinero, que sea participativo para todos”.
Con Segura ya elegido como representante de la Conmebol en la FIFA. Con Tinelli en posición expectante pero desdibujado en el nuevo escenario. Con Angelici como el dirigente que conduce y ejecuta las políticas de Macri en la AFA, aunque niegue que pretenda ser su presidente (aunque pueda designar a Pérez que vendría a ser lo mismo)...
solo queda el granate Russo como el motor de la oposición de los clubes chicos contra los grandes y el dique de contención para evitar que a los hinchas argentinos los conviertan en hinchas de sociedades anónimas.
Y con una división que ya no es tal entre seguristas y tinellistas. Si no entre los clubes más poderosos contra el resto del mundo del futbol argentino: la mayoría de Primera, el Ascenso, el interior y las Ligas.
El fútbol argentino se encamina otra vez a ser rehén del Grupo Clarín o a que el producto se comparta con otro poderoso grupo: Telefónica.
Seis años de sociedad (2009-2015) entre el Estado y la AFA no sembraron la semilla de un cambio. Volvimos al punto de partida.
