River-Boca se vio por Canal 13, Canal 11 y América mientras
en la TV Pública se pasaba una repetición del espectáculo Cirque du Soleil.
¿Negocio para todos?
¿Negocio para todos?
Durante la transmisión del River-Boca, en un par de
oportunidades, el relator Sebastián Vignolo le dijo al comentarista Diego
Latorre que Adrián Suar lo había invitado a ver la película “Me casé con un
boludo”, que muy pronto se va a estrenar en los cines de todo el país. Era una
publicidad encubierta, pero mucho más que eso, parecía una metáfora de lo que
estaba sucediendo con el fútbol durante la transmisión en cadena del superclásico.
Bah… en cadena no, porque en la TV pública, a esa hora, se
podía disfrutar el maravilloso espectáculo del Cirque du Soleil, que ya vimos más
o menos doscientas veces en diferentes emisiones de relleno.
No vamos a exagerar, pero queda más o menos claro que ya está
casi concretada la transferencia de los derechos del fútbol a sus anteriores
dueños y que lo que hasta hace poco era fútbol para todos, pronto volverá a ser
fútbol para el que pueda pagar.
ANÁLISIS
No vamos a entrar en la discusión sobre si el Estado debe
pagar millones de pesos para que todos los argentinos puedan ver libremente el
fútbol. Porque más allá de que respaldemos la iniciativa, entendemos
perfectamente a aquellos que sostienen que, en un tiempo de vacas flacas, sería
mejor usar ese dinero para otras cuestiones más vitales.
Igual, frente a estas afirmaciones, nos permitimos dudar
sobre el probable destino de esos 881 millones de pesos en caso de que no
fueran al fútbol. ¿Irían a la construcción o equipamiento de hospitales,
infraestructura de escuelas o al desarrollo de caminos? Nos permitimos dudarlo.
El objetivo de las transmisiones deportivas durante la
anterior administración estaba claro: el Gobierno pagaba por un producto y
aprovechaba ese espacio para lanzar campañas de concientización, de prevención,
promocionar acciones y hasta para promover alguna que otra denuncia contra
alguien. Repetimos: podía gustar o no aquel formato pero la idea estaba clara. Se
ponía plata y se usaba ese espacio para que el Gobierno dijera cosas. Y se
usaba bien, mal o pésimamente. Pero se usaba. La inversión le rendía al
Gobierno, que no es lo mismo que decir al Estado, pero que normalmente se
confunden erróneamente.
El presidente Mauricio Macri en cambio anunció en campaña
con bombos y platillos que el Fútbol para Todos iba a seguir pero que se buscaría
una receta para recuperar parte del dinero invertido. La propuesta era
razonable.
Nosotros pensamos: el Gobierno va a pagar 800 millones de mangos
y tratará de recuperar esa plata vendiendo el espacio de los entretiempos a
diferentes empresas, con lo que la pérdida será menor. Y hasta nos ilusionamos:
¿y si encima el Fútbol para Todos se convierte en un negocio para paliar el déficit
fiscal? Celebramos la idea.
Pero como nada es como se dijo ni se ofreció en la campaña
electoral del macrismo esa no fue la receta que implementó el nuevo gobierno. No.
NÚMEROS MILLONARIOS
Prefirió sentarse con Canal 13, Canal 11 y América y cederle
los derechos de Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing a precio de
liquidación: 45 millones de pesos a cada
uno por cuatro meses. Es decir 135 millones. O sea: poco más de un millón de
pesos por partido.
El costo de la publicidad en estos partidos por segundo
ronda - en el peor de los casos - los 10 mil y los 12 mil pesos limpios por
segundo. Digamos, para ser prudentes, 10 mil. Con 5 minutos de publicidad (300
segundos) cada canal recauda 3 millones de pesos por partido. Además disfrutan
de otros beneficios colaterales como mejorar su rating, promover sus programas
y calentar la pantalla.
Es decir: Canal 13, Canal 11 y América, en caso de vender
esos 5 minutos de publicidad, ganan alrededor de 2 millones de pesos por
partido. Una cuenta rápida nos dice que en estos cuatro meses (a dos partidos
por fecha) recaudarán 192 millones, con lo que no sólo pagarán los 135 que
abonaron por los derechos al estado sino que además les quedará una ganancia de
57 millones, es decir 19 para cada uno. No está mal, ¿no?
Nadie se opone a que los privados ganen plata. Sería necio
de nuestra parte objetarlo cuando vivimos en una sociedad capitalista.
Pero es inevitable la pregunta: si se hubiera mantenido el
formato anterior el Gobierno recaudaría 720 millones de pesos con sólo vender 5
minutos de publicidad por partido, a 10 mil pesos el segundo, en los 240 partidos
que posee en torneo de Primera. Y si restamos 720 millones de pesos a 881
millones, nos queda un déficit de 161 millones de pesos. El que tranquilamente
se podría subsanar vendiendo a 12 mil o 15 mil pesos los segundo de los
partidos de los equipos más grandes. Un dato: En el River-Boca el segundo de
publicidad rondaba promedio los 70 mil pesos.
Todo es confuso. Por eso vamos a tratar de explicar con
mayor claridad cómo debería haber sido y como es.
COMO DEBERÍA HABER SIDO SI MACRI CUMPLIA CON SU PROMESA
ELECTORAL
El Gobierno paga 881 millones por los derechos del fútbol.
El Gobierno recauda 720 millones de pesos vendiendo 5
minutos de publicidad en cada uno de los 260 partidos, a 10 mil pesos el
segundo.
El déficit del semestre sería de 161 millones de pesos. Que
es compensable vendiendo más cara la publicidad en algunos partidos especiales
como los clásicos.
Además, el Estado (no el Gobierno) tendría el beneficio
colateral de potenciar la pantalla de la TV Pública, además aprovechar las
repetidoras que tiene a los largo y ancho del país para que los partidos se
vean en todo el país por TV abierta y gratuita.
PERO RESULTA QUE MACRI, YA PRESIDENTE, DECIDIÓ LO CONTRARIO
El Gobierno paga 881 millones por los derechos del fútbol.
Tres canales (el 13, el 11 y Amércia) compran a precio de
ganga en 45 millones cada uno los derechos para transmitir a Boca, River, San
Lorenzo, Racing e Independiente.
El Gobierno recauda 135 millones de pesos.
Déficit del semestre: 746 millones de pesos.
Se padece el vaciamiento de contenido futbolístico de la TV
Pública y los partidos, en el Interior, sólo se pueden por algunas escasas repetidoras
de los canales citados o a través del sistema de cable, en su mayoría propiedad
del grupo monopólico Clarín
Ni que hablar de cómo están destruyendo al canal de deportes
DeXTV (por el cual se transmitian de manera gratuita por aire o internet muchísimos
partidos del fútbol del ascenso) en beneficio de las cadenas privadas Fox, ESPN
y TyC Sports.
Los canales recaudan en concepto de publicidad 192 millones
de pesos.
Los canales ganan 57 millones, decir 19 cada uno en apenas
cuatro meses.
Los canales 13, 11 y América mejoran su rating, su
posicionamiento en el mercado y promocionan su programación.
“Me casé con un boludo”, se llama la película de Suar.
Los canales de aire, tranquilamente pueden empezar a
escribir el guión de la saga: “Me asocié con un boludo”.
FUENTE: Mariano
Hamilton
