Mauricio
Macri confirmó que quiere reflotar su viejo proyecto de convertir a los clubes
de fútbol en sociedades anónimas. Se trata de una idea que
impulsó durante sus años como presidente de Boca y que fracasó rotundamente por
la oposición de Julio Grondona.
Ahora
como presidente del país y con Grondona fallecido, Macri vuelve a la carga con
su idea y se quiere aprovechar de las crisis económicas que transitan decenas
de clubes del fútbol argentino, producto más de desaciertos dirigenciales que
de la naturaleza de sociedades sin fines de lucro de las instituciones.
Quien
trabaja para concretar su objetivo es Daniel Angelici, presidente de Boca y
operador judicial del Gobierno.
El
“Tano” actualmente es el Secretario General de la AFA y tiene la llave del
contrato con la Casa Rosada para el Fútbol para Todos, del que los clubes
dependen para sobrevivir.
El
macrista Fernando Marín, a cargo del FPT, es otro histórico impulsor de la
privatización. El
presidente de River, el macrista Rodolfo D’Onofrio, también se expresó a favor
de seguir este camino.
En
Argentina los estatutos de la AFA establecen que los clubes son asociaciones
civiles sin fines de lucro que pertenecen a sus socios, y las experiencias de
“gerenciamientos” o “fondos de inversión” casi siempre han terminado con
“empresarios” yéndose en tiempos de crisis y dejando a los clubes mucho peor de
cómo los habían encontrado.
Macri propuso en 2011 reformar los estatutos y permitir el ingreso de capitales privados, pero choco con el todopoderoso Grondona. "Mi propuesta perdió por paliza, 38 a 1, el único voto a favor fue el mío", recordó el presidente en la entrevista con AP. "Fue mi mayor fracaso político", recordó.
Macri propuso en 2011 reformar los estatutos y permitir el ingreso de capitales privados, pero choco con el todopoderoso Grondona. "Mi propuesta perdió por paliza, 38 a 1, el único voto a favor fue el mío", recordó el presidente en la entrevista con AP. "Fue mi mayor fracaso político", recordó.
Macri
afirmó que debería conformarse un sistema mixto, en el que convivan clubes como
asociaciones sin fines de lucro con sociedades anónimas, como en España.
El
impulsor de las sociedades anónimas en España fue Felipe González. El argumento
fue la falta de trasparencia y la cantidad de aportes públicos que recibían. Lo
mismo que dice Macri 25 años después.
Pero
las S.A. tampoco fueron la solución: a mediados del año pasado los 16 clubes
privatizados (muchos en manos de jeques árabes, magnates chinos o españoles) de
Primera División debían más de 500 millones de euros al fisco. Los de las
restantes categorías sumaban otros 150 millones de euros. Otra aclaración: se
estima que Barcelona y Real Madrid deben unos 900 millones, aunque con
patrimonios muchísimo más grandes.
El
modelo español también se repite en ligas importantes como Inglaterra (donde
jeques árabes, magnates rusos, chinos y estadounidenses desembolsan año a año
cifras disparatadas, en muchos casos más que sospechosas) o Italia.

