MEXICO 86. LA BATALLA CONTRA LOS INGLESES


A pesar de haber transcurrido cuatro años desde el final de la Guerra de las Malvinas el conflicto y sus consecuencias continuaban bien presentes para ingleses y argentinos en 1986. Así, tras conocerse que ambas selecciones se enfrentarían en los cuartos de final del Mundial celebrado en México para lograr una plaza para jugar las semifinales del torneo, los incidentes eran algo esperado. Lo cierto es que desde la llegada de los argentinos a México, estos ya se prepararon para enfrentarse a los ingleses.

Entre los argentinos se encontraban las hinchadas de diversos clubes, como Nueva Chicago, Vélez Sarsfield, Estudiantes, Chacarita Juniors, Racing, River, Boca Juniors y Argentinos Juniors. A todos ellos se les sumó un nutrido contingente de exiliados políticos huidos del terrorismo de estado ejercido entre 1976 y 1983 por la dictadura genocida cívico militar que había asesinado a decenas de miles de argentinos, puesto en prisión a otros miles y obligado a exiliarse fuera del país a más de un millón de argentinos.

Para poder enfrentarse con garantías a los ingleses, los argentinos decidieron entablar negociaciones con hinchadas de clubes mexicanos para poder hacer un frente común. Pero las hinchadas mexicanas ya en esa época estaban ganadas por la propaganda anglosajona que bajaba desde su poderoso vecino del norte: los EEUU.

Pero si lograron contactar y obtener el aporte de medio centenar de hinchas escoceses, tradicionalmente hostiles a los ingleses, que en su mayoría eran seguidores del Celtic de Glasgow.

El día del partido que disputaron las selecciones de Inglaterra y Argentina, celebrado en el estadio Azteca de Ciudad de México el 22 de junio de 1986, el ambiente era tenso.

Si bien hubo un par de reyertas aisladas en las tribunas durante el transcurso del partido, el gravísimo encontronazo entre ambas hinchadas se produjo, a pesar de la estrecha vigilancia de la Guardia de Infanteria mexicana a la salida de la cancha, en el cruce entre el Paseo de la Reforma y las avenidas Río Tiber y Florencia de Ciudad de México, justo en la glorieta situada a los pies del monumento a la Independencia, popularmente conocido como el Ángel.

Allí fue donde se concentraron los argentinos y emboscaron a los ingleses, entre los que había hinchas de extrema derecha del Manchester United, Chelsea, Newcastle y West Ham United.. Decenas de ellos fueron ingresados en los centros hospitalarios más cercanos mientras los argentinos perseguían aún a los más rezagados. En su huída les arrebataron diversas banderas que, posteriormente, los argentinos exhibieron ostentosamente durante los restantes partidos del torneo.

También se produjeron conatos de enfrentamiento bajo los puentes de la llamada Calzada de Tlalpan, avenida que conecta el centro histórico de Ciudad de México con la zona sur de la urbe.

Ya de vuelta a Argentina, esas banderas que les fueron arrebatadas a los ingleses - fueron mostradas en las gradas de diversos estadios argentinos, como el de Chacarita o el de Boca y River a modo de humillación. Algunos de estos “trapos”, como los que se encontraban en posesión de los hinchas de Boca fueron quemados el 2 de abril de 1989, coincidiendo con el aniversario de la reconquista de las Malvinas, mientras otros continúan al día de hoy celosamente guardados.