CASACION
CERRO LA DENUNCIA QUE HIZO ALBERTO NISMAN
Uno
de los mayores enigmas es el origen de la denuncia de Nisman. Hoy se conocen
con mayor claridad sus vínculos con la derecha republicana de Estados Unidos,
la derecha israelí e incluso con los fondos buitre, a través de la
autoproclamada Fundación de Defensa de la Democracia. En paralelo, el fiscal
operaba con la ex SIDE, encabezada por Jaime Stiuso, que también estaba
alineado con Washington y Jerusalén.
A la
luz de esos vínculos, parece consistente la idea de que Nisman se involucró en
la campaña que esos sectores emprendieron contra el inminente acuerdo de Irán
con Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Francia y el Reino Unido para
limitar los proyectos nucleares de Teherán.
Los
países más poderosos firmaron su memorándum con Irán y Nisman salió a
torpedearlo con el argumento de que Teherán infiltra a América latina, tiene vínculos
con algunos gobiernos y, sobre todo, es una fuerza terrorista con la que no se
puede acordar. La
campaña requería una denuncia rápida y no podía esperar.
Originalmente, la
fecha de presentación de la denuncia, Nisman la tenía prevista para
inmediatamente antes de las elecciones de octubre. Consideraba que era la fecha más efectiva para torpedear y hundir al gobierno nacional. Pero sus mandantes de la derecha de EEUU e Israel, a través de la CIA y el Mossad lo
obligaron a adelantar la presentación casi 10 meses, lo que explicaría por qué el
texto fue poco trabajado, sin basamento jurídico y sin presentar evidencias Todo un mamarracho judicial que derivó en el final de la historia de ayer: el archivo de la causa.
EL CIERRE DE LA CAUSA
La Cámara
de Casación archivó - de hecho - la denuncia formulada por Alberto Nisman en
enero. El fiscal imputó a la Presidenta, al canciller, al diputado Andrés
Larroque y a otros dirigentes por el delito de encubrimiento del atentado a la
AMIA, una acusación de envergadura que fue usada a nivel internacional.
El
texto del fiscal - con mucho tufillo a la derecha republicana e israelí- fue
arrasado en todas las instancias judiciales: el juez federal, la Cámara y
Casación. El ex secretario general de Interpol Ronald Noble lo consideró falso.
Y también cosechó rechazos en el mundo académico, como el de los juristas Julio
Maier, Raúl Zaffaroni, León Arslanian, Ricardo Gil Lavedra y Luis Moreno Ocampo.
Finalmente, la denuncia fue desestimada por el fiscal Javier De Luca por
inexistencia de delito y eso motivó que el expediente se envíe al juez de
instrucción para su archivo.
El
desestimiento original provino del juez Daniel Rafecas, quien, en un
pormenorizado fallo, analizó todos los elementos de la presentación: detalló que
la Comisión de la Verdad nunca se puso en marcha porque ni siquiera el memorándum
entró en vigencia; tampoco nunca hubo intercambio de petróleo por granos; no
existió ninguna gestión para levantar las capturas con alertas rojos de los
sospechosos iraníes y las escuchas no involucraban a nadie con poder decisorio.
Rafecas, además, encontró un texto, con fecha de diciembre de 2014 y enero 2015,
en el que Nisman afirmaba lo contrario de lo señalado en su denuncia: decía que
el Gobierno y la Presidenta habían tenido una gran actuación en la causa AMIA
buscando las formas de llevar a los sospechosos a la Justicia.
Tres
páginas
La
resolución de ayer de la Sala I de la Cámara de Casación es breve: en total,
tres páginas. Ana María Figueroa transcribió una parte del desestimiento
formulado por el fiscal De Luca quien, como Rafecas, consideró que no existió delito.
“En esta causa -había dicho De Luca- por más que se recorran todas las hipótesis
de la denuncia, una y otra vez, no se logra encontrar delito alguno a averiguar
y demostrar. Lo mismo sucede con el requerimiento de instrucción, de apelación
y del recurso de casación. Sostener que la firma de un tratado constituye un
plan criminal es un absurdo desde el punto de vista jurídico. Si la firma de
este acuerdo internacional pudiera ser entendida como una ayuda material a los
prófugos, tentada o ya consumada, igualmente no constituiría delito porque
recaería dentro de la competencia constitucional no justiciable de los poderes
Ejecutivo y Legislativo.”
“Véase
que la conformación de una Comisión de la Verdad -transcribió Figueroa- y la
notificación a Interpol están escritas en el mismo acuerdo, totalmente a la
vista y fueron ratificados por el Congreso de la Nación. Es decir, nuestros
legisladores, en el ejercicio de su potestad constitucional, dispusieron esas
cláusulas.”
Finalmente,
Figueroa citó otra conclusión de De Luca: “De conformidad con el principio de
legalidad, nuestra ley exige que lo que se denuncie e investigue sean hechos
que constituyan delitos y no cualquier hecho de la vida”. Con textos más
breves, de apenas un par de renglones, también votaron tomar razón del
desestimiento los jueces Luis María Cabral y Gustavo Hornos.
Feria
La
denuncia provocó un enorme asombro, no sólo por su contenido, sino porque se
presentó en plena feria judicial, el 14 de enero. Sin explicaciones, Nisman
volvió de un viaje a Europa y llevó a tribunales un texto visiblemente
desprolijo, sin respaldo de jurisprudencia y sin presentar pruebas, como, por
ejemplo, la transcripción de las escuchas que citó en su denuncia. La jueza María
Servini de Cubría rechazó habilitar la feria e hizo saber a Nisman que había
presentado el texto sin pruebas.
Un día
más tarde, el juez Rodolfo Canicoba Corral, a cargo de la causa AMIA, arremetió
con la máxima dureza: “Son textos originados en servicios de Inteligencia y
tienen escaso valor judicial. Debo estudiar si el fiscal no incurrió en un
delito, porque dice que estuvo dos años investigando esto, sin notificar a ningún
juez y desviándose de lo que era su cometido: la pesquisa del atentado”. El
magistrado Ariel Lijo decidió volver de sus vacaciones para ver si la denuncia
debía ser tratada en forma urgente. Llego a la conclusión de que no había
elementos que justificaran el tratamiento en feria y reiteró que Nisman no
presentó pruebas.
Interpol
Dado
que el centro de la denuncia consistía en señalar que la Presidenta y el
canciller habían hecho gestiones para levantar las órdenes de captura con
alertas rojos, los golpes demoledores vinieron de la documentación exhibida por
la Cancillería y luego por el propio ex secretario general de Interpol Ronald
Noble.
El
viernes 16, Timerman mostró el intercambio con la sede de Interpol
inmediatamente después de la firma del memorándum. La Cancillería envió una
notificación de que se firmó el acuerdo con Irán, pero le advirtió a la central
de policías que esto no cambiaba el status de las órdenes de captura contra los
sospechosos iraníes. Además, muy poco después, exigió una respuesta por escrito
de Interpol ratificando la vigencia de los alertas rojos. Noble, desde Dubai,
envió un mail a Timerman y luego se prestó a una entrevista con Página/12 en la
que sostuvo, taxativamente, que “la denuncia de Nisman es falsa”.
Muerte
Los
rechazos a la denuncia dejaron al fiscal prácticamente solo a partir del
viernes 16. Hasta la AMIA y la DAIA se movieron con cautela. Con ese cuadro de
situación, Nisman debía concurrir el lunes 19 al Congreso a exponer sus pruebas.
De entrada pensó que iba a ir únicamente de la mano de la oposición -de ahí las
numerosas llamadas con Patricia Bullrich y Laura Alonso-, pero el Frente para
la Victoria decidió hacerse presente y exigió que la sesión fuera pública. Como
se sabe, Nisman murió en ese fin de semana. No sólo la denuncia había quedado
seriamente averiada, sino que afrontó una seria pelea familiar, lo que pudo
verse en los durísimos WhatsApp que intercambió con su ex esposa, Sandra Arroyo
Salgado.
Jueces
El
recorrido judicial terminó hundiendo la denuncia. El fiscal Gerardo Pollicita
impulsó el texto, pero con un escrito que exhibía más dudas que certezas. Trascartón
vino la desestimación firmada por Rafecas con argumentos lapidarios: no podía
constituir delito un memorándum que nunca entró en vigencia, con una Comisión
de la Verdad que no se constituyó, levantamiento de capturas que nunca se
concretó, intercambios de petróleo por granos que tampoco existieron y una
maniobra de quitarles responsabilidad a los iraníes a través de una pista de
fachos locales que nunca se formuló.
Aun
así, el fiscal de Cámara, Germán Moldes, apeló lo resuelto por Rafecas. Pero
los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler también rechazaron la
denuncia. “No se puede salir de pesca a buscar si hay un delito o no”, fue el
concepto que salió de la Cámara Federal. Esto significa que cuando hay una
denuncia se debe definir con precisión cuál es el delito y en este caso no
existía ninguno. “No hay atisbo del supuesto delito. El memorándum pudo ser un
fracaso, un error o lo que sea, no un delito”, escribieron los camaristas. Freiler
agregó un trabajo sobre las escuchas en el que descubrió que se falsearon
contenidos, uniendo comunicaciones de días distintos.
Final
Tras
el desestimiento del recurso ante la Casación por parte de Javier De Luca, los
tres jueces clausuraron ayer virtualmente el expediente. Ahora, la causa vuelve
a Rafecas, a quien corresponde archivarla.
