El
prestigioso periodista Seymour Hersh derrumba la historia oficial estadounidense
sobre la captura y muerte del líder de Al-Qaeda.
¿quien es Seymour Hersh?‘. Fue
el periodista estadounidense “free lance” que en 1969 expuso públicamente la
masacre de Mi Lai en Vietnam, realizada el 16 de marzo de 1968, cuando una
unidad militar estadounidense como represalia por un ataque que habían
sufrido por parte del Vietcong - rodeó a la pequeña población de Mi Lai y fusiló
a 500 ancianos, mujeres y niños no dejando sobrevivientes en la localidad.
Han
pasado cuatro años desde que un grupo de Navy Seals asesinó el 2 de mayo de 2011 (fecha paquitaní, en
Washington DC eran las 23.30 hs del 1° de mayo) a Osama Bin Laden en un asalto
nocturno en un complejo de viviendas en Abbottabad, Pakistán.
La operación de comandos fue un factor decisivo para que Obama consiguiera la reelección. La Casa Blanca siempre afirmó que se trató de una acción exclusivamente norteamericana y que los generales del ejército y la agencia Inter-Services Intelligence (ISI) de Pakistán no estaban al tanto de la incursión.
La operación de comandos fue un factor decisivo para que Obama consiguiera la reelección. La Casa Blanca siempre afirmó que se trató de una acción exclusivamente norteamericana y que los generales del ejército y la agencia Inter-Services Intelligence (ISI) de Pakistán no estaban al tanto de la incursión.
“Esto
es falso, como muchos otros elementos del relato de la administración Obama. La
versión de la Casa Blanca podría haber sido escrita por Lewis Carroll, el autor
de Alicia en el país de las maravillas”, afirma el prestigioso periodista de
investigación Seymour Hersh, quien acaba de revelar en un artículo de la
revista británica London Review of Books publicado el pasado domingo, la
verdadera trama de la operación que culminó con el asesinato del líder de Al-Qaeda.
¿Donde
lo tenían preso? En el complejo habitacional de Abbottabad donde fue asesinado, a escasa
distancia de una de las principales academias militares paquistaníes, y que fue un ex agente
de espionaje del ISI quien se acercó a la estación de la CIA en Islamabad
para denunciar su paradero y cobrar los 25 millones de dólares de recompensa.
En
agosto de 2010, un veterano agente de inteligencia paquistaní se acercó a
Jonathan Bank, entonces jefe de la CIA en la Embajada de Estados Unidos en
Islamabad. Se ofreció a decirle a la CIA dónde encontrar a Bin Laden a cambio
de la recompensa que Washington había ofrecido en el año 2001.
La
oferta fue considerada poco confiable por la CIA que decidió enviar un equipo
especializado provisto de un detector de mentiras. El sujeto pasó la prueba.
La
casa de Bin Laden fue puesta bajo vigilancia por satélites. La CIA alquiló una
vivienda en Abbottabad para usar como puesto de observación y la ocupó con
empleados paquistaníes y extranjeros. Más adelante, la base serviría como un
punto de contacto con el ISI. Ese centro de operaciones de la CIA no llamó la
atención porque Abbottabad es un lugar lleno de casas para alquilar por períodos
cortos.
La
residencia de Bin Laden estaba menos de dos millas de la Academia militar de
Pakistán y un cuartel general del ejército paquistaní está a una milla. Abbottabad
está menos de 15 minutos en helicóptero de Tarbela Ghazi, una importante base
para las operaciones encubiertas de ISI y las instalaciones donde entrenan los
que custodian el arsenal de armas nucleares de Pakistán.
Después
de arduas negociaciones y presiones que incluyeron la promesa de los
estadounidenses de que Bin Laden sería asesinado y no llevado a ningún juicio, los
paquistaníes consintieron en permitir a un comando estadounidense de cuatro
hombres - un miembro de los Navy Seals, un procurador de la CIA y dos
especialistas en comunicaciones - establecer un servicio de comunicaciones en
Tarbela Ghazi para acometer el asalto.
Para
entonces, los militares de EEUU habían construido una maqueta del complejo de
viviendas en Abbottabad en un antiguo sitio de prueba nuclear secreto en
Nevada, y un equipo de Mavy Seals había comenzado a ensayar para el ataque.
El ex
agente del ISI paquitaní e informante de la CIA y toda su familia fueron sacados de Pakistán
posteriormente y reubicados en el área de Washington, donde ahora se desempeña
como consultor de la CIA.
El
gobierno estadounidense, en cambio, dijo que descubrió el lugar donde el el
hombre más buscado del mundo se ocultaba, al dar seguimiento a su correo electrónico, que
transmitía a la red las instrucciones que recibía en Abbottabad.
Y
mandaron rápidamente a hacer una película que financiaron a través de empresas
tapaderas para instalar en la sociedad estadounidense y el resto del mundo, la
historia oficial del asesinato (el film “Zero Dark Thirty” que en castellano se tituló “La noche mas
oscura” y que la Academia de Cine de Hollywood a su vez la nominó en 2012 para
cinco premios Oscar).
Citando
fuentes estadounidenses, Hersh explica que Estados Unidos planeó el asalto con
los dos principales mandos pakistaníes, el general Ashfak Pervez Kayani, jefe
del Estado Mayor del ejército, y el general Ahmed Shuya Pasha, titular de la agencia
de inteligencia paquistaní ISI, por lo que considera “la mentira más descarada”
de la historia oficial estadounidense que los paquistaníes ignoraran la misión.
De
hecho, detalla que la administración Obama ofreció inicialmente a los
paquistaníes decir que Bin Laden había muerto en un ataque con avión
teledirigido (drone) y puntualiza, contrario a lo dicho por los comandos SEAL
de la Marina que intervinieron, que no se le dió un entierro en el mar conforme
a las prácticas islámicas.
Los restos
de Bin Laden “fueron arrojados a una bolsa para cadáveres y, durante el vuelo
en helicóptero de regreso a Yalalabad (la base en Afganistán de donde salieron
los efectivos), algunas partes del cuerpo fueron lanzadas a las montañas del
Hindu Kush”.
Las
mayores críticas han llegado no solo del establishment político y militar
estadounidense sino de los periodistas
afines a los mismos. Especialmente de aquellos que llevan cuatro años viviendo
del relato oficial de la muerte de Bin Laden, como el comentarista de la cadena
de televisión CNN Peter Bergen, autor de los best-seller Holy War Inc. (Guerra
Santa, SA) y Manhunt (Caza al hombre) y consultor justamente de la película antes
mencionada.
Periodismo
de investigación. El
terror de la Casa Blanca
Su
apego a las normas básicas del periodismo de investigación han convertido a
Seymour Hersh en el periodista más famoso de Estados Unidos. Sólo lo superan
Bob Woodward y Carl Bernstein, los descubridores del escándalo de Watergate,
pero mientras ellos se convirtieron en parte del establishment que redacta
biografías complacientes, las investigaciones de Hersh son más letales para la
Casa Blanca que cualquier ataque terrorista. En los últimos 30 años ha escrito
ocho libros y numerosas investigaciones sobre seguridad nacional que han tenido
enormes repercusiones.
El
septuagenario reportero que trabaja en una modesta oficina de dos cuartos en la
avenida Connecticut de Washington, es el periodista que ha descubierto el lado
más oscuro de todas las guerras y operaciones encubiertas de EE.UU. a lo largo
de las tres décadas que abarcan las guerras de Vietnam y de Irak.
A lo
largo de los años, Hersh ha tejido una fina red de fuentes en los niveles
medios de la inteligencia, las fuerzas armadas y la burocracia estadounidenses,
quienes en muchos casos exigen que se les garantice el anonimato.
En
los textos de Hersh uno encuentra con frecuencia, por ejemplo, “un miembro del
Comité me dijo”, o “un oficial del Pentágono me dijo”. Sin embargo, cada fuente
anónima para el lector tiene nombre, apellidos y teléfono para el director de
la revista y el editor de la historia, que habla con sus fuentes, confirma una
a una las declaraciones utilizadas y repasa todos los datos mencionados,
asegura Hersh.
En
una época gobernada por la información fragmentada e instantánea, por el interés
predominante de las revistas en las celebridades, el hombre aún conserva en su
interior el fuego y las ideas que animaban los años sesenta. Su principal arma
son las fuentes que cultivó durante treinta años.
