Como ayer lunes no se trató el tema de la Superliga, como represalia Boca, River y San Lorenzo (Angelici, D'Onofrio y Lammens) renunciaron a sus cargos en el Comité Ejecutivo en AFA.
El golpe institucional de los grandes se produjo luego de que el Chiqui Tapia, los
clubes del ascenso, las ligas del interior mas Independiente, Rosario Central,
Gimnasia y Esgrima de La Plata, Olimpo de Bahia Blanca y Quilmes no dieran quórum
en la reunión donde los clubes “grandes” iban a exigir la realización de una
Asamblea Extraordinaria para que se reforme el estatuto de la AFA que permita imponer la
Superliga.
Con estas renuncias y otras más en camino, desde la Casa Rosada
buscan forzar un estado de acefalía dentro de la AFA.
Esa acefalía permitiría la intervención de la AFA a través de la Inspección General de Justicia, organismo que maneja el gobierno nacional y le posibilitaría: a) designar un interventor macrista, cambiar a dedo el estatuto de la AFA para que se pueda crear la superliga y c) al mismo tiempo postergar las elecciones del 30 de junio hasta octubre como mínimo para poder reforzar al candidato oficialista (hoy Lammens que ha desplazado a Tinelli en la mesa chica del presidente) e intentar fracturar (mediante denuncias penales, visitas de la Afip, criminalización mediática, etc) el frente opositor de clubes.
Porque hoy por hoy el proyecto
gubernamental de que solo los clubes grandes manejen en exclusiva la AFA es rechazado por
la mayoría de los clubes del fútbol argentino que plantean que primero haya elecciones, se designe entonces un nuevo presidente y recién luego, tratar una eventual reforma del estatuto en caso de que el
tema de la superliga fuera positivo para todos los clubes y no para unos pocos, como todo el mundo sospecha.
Como obviamente la Casa Rosada no está dispuesta a
correr el riesgo democrático de perder por goleada en las elecciones de la AFA el 30 de junio y que el máximo organismo rector del fútbol argentino quede en manos del sector que no le responde políticamente (o sea, los clubes del ascenso, las ligas del interior y un tercio de los clubes de primera) las renuncias de los “grandes”
ordenadas a control remoto desde Balcarce 50 buscan crear el cáos y la
desestabilización de la AFA.
Solo de esa manera, "fabricando" de manera artificial una acefalía en la AFA, la IGJ tendría la "excusa" legal - en conformidad con la normativa de la FIFA, ya previamente pactada hace casi un mes atrás entre Macri e Infantino) que le otorgue un barníz de pseuda "legalidad" al cambio a dedo del estatuto, la secesión de los grandes de la AFA y bendecir la superliga en manos de los socios políticos del gobierno nacional, evitando a través de esta maniobra que los 2.000 millones de pesos que generará la futura privatización de
los derechos de televisación sean administrados por los clubes del ascenso y
las ligas del interior.
Sin embargo, esta jugada de ayer terminó en que los grandes se terminaron pegando un tiro en el pie.
En la calentura del momento tanto ellos como sus mandantes políticos olvidaron por completo un pequeño detalle: que sus respectivos reemplazantes en los cargos que dejaban vacantes, iban a ser ocupadas por los suplentes que responden ¡ al sector opositor al macrismo!.
Por lo que es probable que hoy martes, después de ponerse paños fríos, los grandes y el gobierno den marcha atrás en sus renuncias, desdiciéndose de las mismas y vuelvan a la mesa de negociaciones tanto los grandes como el resto de los clubes del país, esta vez en el predio de Ezeiza. Y jugar el juego del poder: comenzar a apretar a club por club para torcerles el brazo.
Este retroceso circunstancial de los grandes no puede sin embargo sustraer al escrutinio público la actitud del gobierno nacional que otra vez ha jugado y volcado el inmenso peso de la estructura del estado nacional a favor de los más poderosos, de los poderosos de siempre: esta vez en el mundo del fútbol argentino.
Sin embargo, esta jugada de ayer terminó en que los grandes se terminaron pegando un tiro en el pie.
En la calentura del momento tanto ellos como sus mandantes políticos olvidaron por completo un pequeño detalle: que sus respectivos reemplazantes en los cargos que dejaban vacantes, iban a ser ocupadas por los suplentes que responden ¡ al sector opositor al macrismo!.
Por lo que es probable que hoy martes, después de ponerse paños fríos, los grandes y el gobierno den marcha atrás en sus renuncias, desdiciéndose de las mismas y vuelvan a la mesa de negociaciones tanto los grandes como el resto de los clubes del país, esta vez en el predio de Ezeiza. Y jugar el juego del poder: comenzar a apretar a club por club para torcerles el brazo.
Este retroceso circunstancial de los grandes no puede sin embargo sustraer al escrutinio público la actitud del gobierno nacional que otra vez ha jugado y volcado el inmenso peso de la estructura del estado nacional a favor de los más poderosos, de los poderosos de siempre: esta vez en el mundo del fútbol argentino.
