EL SILLÓN DE GRONDONA JUNTO AL DE RIVADAVIA

La Superliga, ese torneo impuesto por Boca, River, Racing y San Lorenzo y apoyado políticamente por Macri nació muerta. En realidad, nunca se supo ni se sabe qué es. Se pensó como un salvataje económico para los clubes, a través de los derechos de televisación de los partidos. Sin embargo, a lo único que apunta es a profundizar la brecha entre los "grandes" y los "chicos" y a llevarse al cajón, junto a ella, al Fútbol para Todos.

LA SUPERLIGA

Por el momento y como mínimo, hasta fín de año la plata la sigue poniendo el Estado, que presionó a la AFA para su aprobación advirtiendo:

"O votan a favor de la creación de la Superliga y reciben como premio al empleado del mes 2.500 millones de pesos por el campeonato anual o solo le daremos los 1.800 millones que antes les pagaba la pesada herencia K".

Así, aquellos dirigentes de los clubes que en esta "Era Grondona 2" levantaron la mano y votaron afirmativamente por una Superliga SIN SABER cómo iba a funcionar, SIN ESTAR DE ACUERDO con el dinero que iban a percibir y SIN SABER QUÉ CAMBIOS en los estatutos de AFA iba a provocar, tuvieron que aceptar las presiones. Dijeron: “Sí, se puede” y votaron SI A LA SUPERLIGA

Luego, 72 horas más tarde, volvieron a Casa de Gobierno para cumplir con la segunda tarea para el hogar que les había ordenado la propia Casa Rosada el mismo día que los apretó para que aprobaran la Superliga.

Volvieron a pedir más dinero, aduciendo que “el fútbol argentino tiene un valor mayor”.

Los directivos de los clubes llegaron a Balcarce 50 con la propuesta que la empresa Turner (a pedido de Macri y que ya estaba pactado entre el presidente argentino y el dueño de la CNN bajo el paraguas de la visita de Obama del 24 de marzo) le había entregado a la AFA por 3.200 millones de pesos.

Y a gusto y medida de Macri esos dirigentes de los clubes le “pidieron” al gobierno nacional que “solo aporte” hasta fin de año 1.500 millones y que a partir de esa fecha se deje sin efecto el contrato del Fútbol para Todos.

FÚTBOL PARA TODOS

Contrato de FPT que posee obligatoriedad legal hasta el 2019 y obliga al gobierno nacional

1) a la gratuidad de la transmisión de los partidos de fútbol para todos los televidentes que reciban la señal de los partidos a través de la televisión abierta (distribuida por el estado de igual manera entre los canales privados de aire 2, 9, 11 y 13 y la estatal TV Pública) con el moderno sistema de la TDT (Televisión Digital Terrestre) cuyos usuarios están hoy estimados en aproximadamente seis millones de televidentes o TDS (Televisión Digital Satelital) con alrededor de dos millones de televidentes a través de más de 5.000 torres de TDS y 12.000 escuelas rurales.

2) la prohibición a los proveedores de internet de cobrar adicional alguno a sus abonados cuando los mismos veían la señal de los partidos bajo el modo de streaming que aseguraba el canal estatal DXTV (DeporTV).

3) La prohibición a los canales privados de cable de cobrar adicional alguno a sus abonados para poder ver los partidos emitidos por los canales privados y la TV Pública

MACRI LO HIZO

En una magistral movida política - que habla de su inmensa capacidad de administración del triple combo de: mano amical sobre el hombro de los “SI_MAUricio”, la manipulación para los que han comprado su relato de cambio neoliberal y el apriete a través de la justicia para los que le dicen “no”

MAURICIO MACRI:

1) Se saca de encima Fútbol para Todos. Con el pretexto de un supuesto ahorro estatal. Ahorro estatal que Macri no tuvo en cuenta por ejemplo cuando le bajó por decreto los impuestos a los terratenientes de la Sociedad Rural Argentina, a los poderosos empresarios de la Asamblea Económica Argentina o a las multinacionales mineras, rebaja por cierto que no fue de los 1.800 millones de pesos que sale actualmente FPT - sino que significó para el Tesoro Nacional una pérdida de recaudación de alrededor de u$s 2.500 millones de dólares)

2) Logra privatizar la televisación del fútbol a “PEDIDO” de los propios dirigentes de los clubes del fútbol (cuando es una postura ideológica de la derecha neoliberal a la cual tributa Macri desde los años 90).

El operador macrista dentro de la AFA, el presidente de Boca, Daniel Angelici, le entregó ayer la solicitud por escrito de la AFA al Secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, en donde se pide la licitación del fútbol a partir de enero de 2017.

Ahora, de manera oportuna la oferta seria y formal de Turner “apareció” sorpresivamente.

LA LUCHA POR LA PRIVATIZACIÓN

Pero Angelici fue simultáneamente el primero en levantar la voz, aduciendo que no era conveniente una licitación llamada por la AFA sino que convenía más una adjudicación directa que asegurara la participación conjunta - junto a Turner - del resto de las empresas privadas de TV (léase Clarín). En tanto, la guerra se ha desatado por detrás.

Si Turner lograr quedarse con el 100% de los derechos de las transmisiones de los partidos de fútbol, podrá ingresar en el negocio del cable y el Grupo Clarín no solo quedaría debilitado, sino que recibiría una herida en el corazón de su negocio: Cablevisión.

El Grupo Clarín, que le brindó un gran espaldarazo a Mauricio Macri para llegar a la Presidencia de la Nación, pretende volver a apoderarse monopólicamente del negocio del fútbol que perdió en 2009 con la creación del programa gratuito Fútbol para Todos.

Sin embargo, el Gobierno quedó en una verdadera encrucijada al borde de chocar la calesita.

O deja el negocio en manos de Turner (y cumple con uno de los tantos puntos con los que se obligó con los EEUU en la reunión entre Obama y Macri el 24 de marzo) mientras Turner piensa mantener en gran parte la gratuidad del fútbol para dejar fuera del negocio a Clarín porque el negocio de Turner es entrar en el cable argentino, no en codificar el fútbol argentino.

O  llama a licitación para que su socio político Clarín luche palmo a palmo con el gigante estadounidense

O directamente le entrega el negocio a Clarín a través de Torneos y Competencias, cuyo ex CEO Alejandro Burzaco está detenido en Estados Unidos por el caso FIFA Gate.

Sin embargo, en el mundo de los negocios, todo es conversable y un arreglo entre Turner y Clarín tampoco podría descartarse.

El fútbol, en no más de un año, dejaría de ser gratuito y si bien el presidente estaría incumpliendo su promesa de campaña, saldría como el gran vencedor de este entuerto que lleva varios meses.

LA AFA EN MANOS DE MACRI

Macri tuvo que luchar contra la FIFA y hasta discutió en teleconferencia con el presidente del organismo, el suizo Gianni Infantino.

Pero articuló eficientemente los mecanismos de la Justicia y de la IGJ para evitar que la AFA fuera intervenida por la FIFA. Luego le ordenó a la IGJ suspenndiera las elecciones que debían efectuarse el 30 de junio pasado para que no las ganara el bloque del Ascenso.

De esta forma, pudo sacarse de encima dos pesos pesados: al empresario televisivo y vicepresidente primero de San Lorenzo, Marcelo Tinelli (su ex candidato luego de darse cuenta que el showman televisivo tenía capacidad de fuego mediatico independiente a su propio poder) y al Chiqui Tapia, cabeza del inmenso bloque del Ascenso, los equipos chicos de primera y las Ligas del interior, que estuvieron a punto de derrotar su plan para el fútbol argentino.

También logró Macri que la FIFA nombrara en la Comisión Normalizadora de la AFA, sobre cuatro cargos, a gente amiga de él en tres cargos:

1) El presidente es el titular de Belgrano de Córdoba, el macrista Armando Pérez (a quien precisamente Macri había postulado en diciembre pasado como reemplazante de Grondona),

2) como vicepresidente a Javier Medín (abogado de Boca), y

3) a Carolina Cristinziano, abogada y asesora legal de agentes de jugadores y clubes de fútbol en sociedad con el actual jefe de la AFI (antes ex Side) Gustavo Arribas a su vez socio en la agencia HAZ Football World Wide Limited con sede en Gilbraltar de Fernando Osvaldo Hidalgo (representante de Boca) y el agente de la Mossad, el israelí Pinhas Zahavi.

Desde ambos, el presidente Mauricio Macri está dirigiendo los destinos económicos del fútbol argentino, manejando los derechos de televisación, a través del Secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, y de su operador jurídico y presidente de Boca, Daniel Angelici.

Sin que nadie se indigne. Con la complicidad del apagón informativo de los principales medios de información. Y con la cara de boludos que han puesto de manera masiva los dirigentes del fútbol argentino, salvo honrosas excepciones.