Mauricio
Macri lo anunció públicamente, cuando faltan más de dos años para las próximas
elecciones presidenciales. “Si soy presidente en el 2015 voy a terminar con el
Fútbol para Todos”, advirtió.
Allí
el anuncio. Claro, preciso, sin palabras sacadas de contexto. Si Mauricio Macri
se sienta en la Casa Rosada en 2015, la transmisión de los partidos de fútbol
en la Argentina volverá a manos privadas. Habrá que pagar para ver los goles,
como ocurría años atrás, cuando su repetición quedaba a criterio del Grupo
Clarín, entonces dueño de la pelota.
Macri
fue sincero, quizá con poco sentido de oportunidad política, pero sincero al
fin: es lo que piensa y quiere hacer. Lo repitió horas después. Y al día
siguiente lo confirmó su jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Es que desde que estuvo al frente de Boca, Macri viene haciendo grandes
negocios con el Grupo Clarín, que espera recuperar, aunque sea en parte, la televisación
de los partidos si el líder del PRO gana en 2015.
Macri
apuesta al manejo privado del fútbol, idea que mantiene desde hace bastante
tiempo y que defendió desde su paso por la presidencia de Boca, allá por la
década del ’90. Macri estima, como lo recalcó en una entrevista televisiva, que
“en su momento, el fútbol se organizaba muy bien sin la intervención del
gobierno nacional” y agregó, entre otras cosas, que “organizando bien el
fútbol, y de eso algo puedo decir que aprendí, podemos dedicar muchos fondos a
vivienda social, escuelas, caminos, tantas cosas”.
En
su paso por Boca aprendió mucho, seguro. Y entre las cosas que aprendió ocupa
un lugar en el podio asociarse en los negocios con el Grupo Clarín. Lo hizo
estando en la presidencia de Boca, cuando Clarín decidía cómo, quiénes y
pagando cuánto se podía acceder al fútbol televisado. Lo continúa haciendo
desde la Jefatura de Gobierno porteño. Una sociedad beneficiosa tanto en lo
monetario como en cuanto a protección mediática.
El
fútbol, cuando había que pagar para poder ver los partidos en forma codificada,
eran transmitidos por Cablevisión, uno de los mejores negocios que hizo el
grupo que maneja Héctor Magnetto. Sin embargo, el presidente de la AFA, Julio
Grondona, decidió romper con esa relación comercial que debía finalizar en
diciembre de 2014 y acordó con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el
lanzamiento de “Fútbol para Todos”. Fue entonces, en agosto de 2009, cuando los
encuentros del fútbol profesional del país pasaron a emitirse por la televisión
pública, de manera gratuita para todo el territorio nacional. El fútbol pasó a
ser para todos y dejó de ser para unos pocos.
Pero
aquel pasado puede regresar. De la mano de dos viejos conocidos.
Desde
1994, cuando accedió al lugar más alto de la dirigencia de Boca, Macri y Clarín
realizaron varios negocios en conjunto.
Uno
de ellos fue la creación de Boca Crece S.A., que fue una sociedad anónima
constituida bajo el nombre de Bo-K S.A. entre la entidad y la empresa Inversora
de Eventos S.A., del Grupo Clarín, a efectos de explotar todo lo relacionado al
merchandising, televisación de partidos y eventos. En lo único que no tenía
injerencia este acuerdo comercial era en la indumentaria deportiva del club,
que lleva como sponsor a Nike, según lo expresa el artículo primero del
estatuto de esa sociedad.
Así
lo explicó a esta revista el dirigente opositor Claudio Giardino, de la
Agrupación La Bombonera.
“El
5 de noviembre de 1996, Macri dona su participación en la sociedad que había constituido,
ya que el presidente de una asociación civil sin fines de lucro no puede formar
parte de una sociedad comercial que tuviera vinculación económica con la
institución que preside”, dijo. Giardino añadió que en aquel momento “se
formaron un montón de empresas alrededor de Boca que estaban lucrando con el
club. El bochorno más grande es el tema del merchandising. Ahí se formó una
sociedad llamada Boca Crece. La sociedad era 50 por ciento de Macri y 50 por
ciento del Grupo Clarín. Cuando nosotros denunciamos esta irregularidad, Macri
donó su participación a Boca. El Grupo Clarín, teóricamente, empezó a poner
plata y le fue licuando la participación a Boca, entonces el club, de tener el
50 por ciento en un momento, pasó a tener el 1,66 por ciento. Eso también lo
denuncié”. En esa época se dijo que Boca Crece llegó a facturar más de un
millón de dólares al año por la comercialización de más de 900 productos con
los colores y el nombre del club.
Otro
de los negocios de esta sociedad Macri-Clarín fue la creación del canal
deportivo Boca TV, que entre 2003 y 2005 salió al aire por Cablevisión. Pero
dejó de ser rentable, y como el dinero pesa más que el amor por los colores de
la camiseta, fue abandonado después de un breve paso por Multicanal.
Cuando
Macri era el presidente de la institución también logró que su comisión
directiva le aprobara vender en exclusividad los derechos de televisación a
Canal 13 para todos los partidos que el equipo disputara por la Copa
Libertadores de América, y hoy los hinchas aún gozan de las imágenes del
conjunto de Carlos Bianchi por la pantalla de Artear.
Su
influencia en el club parece no haber finalizado. A principios de este año, la
entidad que lidera Daniel Angelici, un radical macrista y socio político del
jefe de gobierno, selló un acuerdo con la empresa Fibertel, que ofrecerá un
servicio de fibra óptica e Internet por wi-fi en la Bombonera y se presentará
en sociedad la semana que viene. Fibertel es otra compañía del Grupo Clarín.
Mauricio
Macri pasó de ser el presidente del club a jefe de gobierno porteño y desde
allí también logró realizar algunos acuerdos con empresas del grupo.
Uno
de ellos indica que desde el 27 de abril de 2011, la empresa Prima ganó la
licitación por la cual le otorga los “servicios integrales de Internet” a todas
las net y notebooks que entregó la gestión del ingeniero por un monto de
2.857.000 pesos. Así lo denunció, en su momento, parte de la bancada de
legisladores porteños opositores. Ese acuerdo se sumó, a los 274 millones de
dólares que debía pagar el municipio (hoy pesificados), y en cinco años, por la
entrega de 156 mil netbooks a los alumnos de las escuelas públicas primarias y
de 16 mil notebooks a sus docentes. En aquel momento, tanto los montos como la
celeridad con que se concretó la operación levantaron muchos interrogantes
entre los diputados de Proyecto Sur, el FAP y el FPV. Nunca recibieron las
precisiones solicitadas al Ejecutivo sobre dicha contratación.
Quien
dejó en evidencia otro de los alcances de esta sociedad fue el secretario
general de ATE-CTERA, Eduardo López, quien señaló que entre los “convenios con
manuales de editoriales” que cerró el Gobierno de la Ciudad en manos de Macri
está el de los manuales de la editorial Tinta Fresca, que forma parte del Grupo
Clarín.
Mientras
Mauricio Macri prepara su camino para tratar de llegar a la presidencia en
2015, algunos de sus asesores como, Horacio Rodríguez Larreta salió a precisar que
“no tiene sentido subsidiar las transmisiones porque el fútbol genera mucho
dinero en el mundo” y hay “una cantidad de empresas privadas dispuestas a
invertir y deberíamos dejarlas invertir en el Fútbol para Todos”.
Quedó
en evidencia para todos que Macri reserva para el fútbol el mismo futuro que
tendrían Aerolíneas Argentinas o las jubilaciones estatales. Siempre se opuso a
que el Estado se hiciera cargo de estas responsabilidades pues ha sido y es un
defensor de la privatización de las jubilaciones y de la venta de la línea
aérea de bandera nacional. Piensa, como se sostenía en la dictadura y se aplicó
en los ’90, que “achicar el Estado es agrandar la Nación”.
Por
eso, de llegar a la presidencia, Macri volverá a un fútbol para pocos, es
decir, para quienes lo puedan pagar. El Grupo Clarín espera ansioso recuperar
el terreno, y el dinero, perdidos.
