Pasó de vender y triangular jugadores de fútbol como socio
de un oligarca ruso buscado en su país por defraudación masiva y un agente del
Mossad de tenebroso prontuario a manejar a los espías argentinos. Su amigo
Macri lo designó a cargo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), ex SIDE.
AMIGOS
El escribano Gustavo Arribas y Mauricio Macri se conocieron
a principios de la década del ’80, cuando el hoy Presidente y su grupo de
amigos del colegio Cardenal Newman organizaron una gira de ex alumnos por
Estados Unidos para jugar al fútbol.
Pablo Clusellas, hoy secretario de Legal y Técnica de la
Presidencia de la Nación, conocía a un petiso, bastante morocho, que era su
compañero en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y que
jugaba bastante bien. Ese hombre bajo y de tez morena era “El Negro” Arribas.
En esa gira deportiva de jugadores de fútbol amateur, Macri
trabó una buena relación con Arribas que mantuvo a lo largo de los años. “El
Negro” se recibió y desarrolló su carrera profesional como escribano hasta que
a fines de 1995, Macri llegó a la presidencia del club Boca Juniors y lo
convocó para revisar y elaborar los contratos en las transferencias de
jugadores.
Cansado de ver pasar cómo los demás hacían los grandes
negocios y él sólo corregía detalles, comenzó a participar de las
transferencias y pasó a ser representante de jugadores de fútbol desde el Boca
de Macri.
FÚTBOL
Hace más de 9 años, Arribas se había radicado en Brasil para
expandir sus negocios. Desde allí las posibilidades de vender y comprar
jugadores argentinos y brasileños desde y hacia Europa eran ilimitadas. Fue así
como su fortuna despegó y hoy, con propiedades y sociedades en Brasil y la
Argentina y una abultada cuenta en el banco, es uno de los miembros más ricos
del Gabinete. Por ejemplo, la última Navidad la pasó con su familia en
Chapelco, donde tiene una casa.
En la Argentina estuvo asociado con el empresario Fernando
Hidalgo, investigado por la AFIP y la Justicia federal por irregularidades en
la compraventa de jugadores de fútbol.
Juntos formaron HAZ Sports Agency para intermediar en las
transferencia de jugadores. Para el mundo deportivo, la sigla HAZ significa
Hidalgo, Arribas y Zahavi.
Eran Zahavi es un israelí de estrechos vínculos con el
Mossad (la CIA israelí) y poderoso representante de jugadores de fútbol israelí
que incluso ha intermediado en la compra de clubes de fútbol.
Entre las transacciones más importantes de Arribas están las
de Carlos Tévez en 20 millones de dólares y la de Javier Mascherano en el 2005
al Corinthians de Brasil y la de Martín Palermo de Estudiantes a Boca, en 1997
en 3 millones de dólares.
Entre 1007 y 2003 manejó el Fondo Común de Inversión
Xeneize, organismo denunciado por la oposición dentro de Boca como una
verdadera cueva del lavado de las comisiones que quedaban en los bolsillos de
la dirigencia del Boca de Macri
En las últimas semanas, su nombre sonó fuerte cuando se
estaba por concretar otro pase del mundo Boca: la venta de Jonathan Calleri al
Inter de Milán. En esa operación, Arribas asesoró en los papeles al misterioso
club Maldonado de Uruguay - el elegido para el intento de triangulación que
terminó alertando a los italianos y frustrando la transferencia -.
El nombre de Arribas siempre estuvo vinculado con Macri en
intermediaciones y ventas de jugadores, lo que llevó a Roberto Digón, ex
dirigente y ex candidato a presidente de Boca, a lanzar en 2005 duras
acusaciones a quien hoy es presidente: "Tiene una cuenta en las Islas
Vírgenes a nombre de sus testaferros, Fernando Hidalgo y Gustavo Arribas"..
ESPÍAS
Arribas vino a Buenos Aires para votar el 22 de noviembre.
Esa mañana de las elecciones, luego de sufragar, fue a la quinta Los Abrojos,
propiedad de la familia Macri, para jugar un partido de paddle. Las duplas
fueron: el relacionista público Hernán Nisenbaum y Macri contra el actor Martín
Seefeld y Arribas. Allí Macri le dijo que lo quería en la AFI
A muchos les llamó la atención esta decisión de Macri, quien
en casi todos los ministerios nombró a personas vinculadas a empresas privadas
de trayectoria en el sector que deberán comandar. En el caso de Arribas parecería
fuera todo lo contrario. Este representante de jugadores se supone solo conoce de
Inteligencia lo que sale en los diarios, pero olvidaron que es socio en los
negocios futbolísticos de un agente del Mossad israelí y es muy amigo del
Presidente.
Sin embargo todos se preguntan algo muy obvio y poco creíble:
¿de realizar transferencias de futbolistas con comisiones millonarias en
dólares, a ganar poco más de 70.000 pesos?
ENTORNO
Arribas designó a través de Nicolás Caputo, el empresario y amigo
de la niñez de Macri, como subdirectora de Inteligencia a Silvia Majdalani, y a
través de Daniel Angelici, el presidente de Boca, y operador de Macri en la
Justicia, designó a Sebastián Destéfano como director de Jurídicos y a Juan
José Gallea como director de Finanzas, a su vez muy amigo de Darío Richarte, ex
subsecretario de Inteligencia de De la Rúa.
Según la revista Noticias lo primero que hizo Arribas fue
reunirse con los representantes de la CIA estadounidense y el Mossad israelí.
El presupuesto que Macri le asignó a Arribas en la AFI es de
1.500 millones de pesos, un increíble aumento de recursos de casi el 100% anual
si se lo compara con los 800 millones de pesos que asignó CFK a ese organismo en
el 2015.
