EN LOS PANAMA PAPERS APARECEN VARIOS NOMBRES VINCULADOS CON
EL CLUB ARGENTINO
Daniel Angelici, que fue reelecto al frente de la
institución en diciembre pasado, figura en un par de empresas junto a los
mismos socios que lo acompañan en la industria de los juegos de azar. Los casos
de Orlando Salvestrini y Gustavo Arribas.
Siempre hay textos y un contexto. No es un juego de
palabras. En el caso de los Panama Papers y el fútbol, los textos son los datos
que mencionan las sociedades offshore y el contexto es la trastienda de un
juego que mueve millones de dólares. Ese detrás de la escena deportiva, donde
las sospechas y comprobaciones de desvío de dinero, el pago de coimas y el
lavado son moneda corriente.
Desde diferentes paraísos fiscales llegan noticias
sobre las compañías que tienen en el exterior varios dirigentes y empresarios
argentinos. El sitio www.opencorporates.com contiene 99.256.066 empresas y
permitió comprobar que el presidente de Boca, Daniel Angelici, figura como
director y presidente en una offshore vigente en Panamá y como titular de una
segunda sociedad en Florida, Estados Unidos, que no está activa. En ambos
casos, sus socios son los mismos con quienes participó o participa en la
industria de los juegos de azar, la base de su poder económico.
También figura el vocal titular del
club y ex ejecutivo del grupo Socma Orlando Salvestrini, como tesorero de una
vieja offshore panameña.
Del registro también surgen los nombres de Gustavo Arribas,
el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con pasado de
intermediario y amigo del presidente Mauricio Macri; Alejandro Burzaco, hoy
detenido en Nueva York por el escándalo de la FIFA, y José Natalio Margulies,
un empresario argentino brasileño que operó en varios negociados con aquél.
La información hackeada al estudio Mossack Fonseca panameño - que armó unas 120 mil sociedades offshore, según el columnista Marco
Gandásegui (h) del diario La Estrella del país centroamericano - permitió
comprobar que Macri figuraba en un par de compañías no declaradas por él, pero
también que dirigentes de Boca habían seguido su mismo camino.
Angelici es el
presidente y director de Corbalan Services SA, que está operativa en Panamá y
donde aparece como director-tesorero Alejandro Mario Canale, integrante del
directorio de Binarge SA, una de las empresas que controla bingos y a la que el
presidente de Boca renunció el 29 de marzo de 2011. El dato es del Boletín
Oficial de la Nación de aquella fecha.
Sobre este emprendimiento financiero en el paraíso fiscal de
los papers, Angelici comentó en los medios: “En lo que respecta a mí, el año
pasado compré una empresa en Panamá que no tiene actividad y no tiene cuenta
corriente. No soy funcionario, soy empresario. Estoy dentro de la ley. Me
ofrecieron una sociedad para comprar y la compré por mil dólares en el 2015.
Nunca abrí cuenta corriente, nunca operé”.
Corbalan Services tiene como director al abogado Gustavo
Hernández Siri, secretario letrado en el Consejo de la Magistratura porteño
designado en 2012 en la Unidad Consejero de Juan Sebastián De Stefano.
Cuando
la diputada nacional Elisa Carrió le atribuye a Angelici injerencia dentro del
Poder Judicial, quizá se refiera a este tipo de casos. La resolución del
Consejo que designó a Claudio Gustavo Hernández Siri - tal su nombre completo - indica que fue por pedido de De Stefano, quien ahora está en la AFI a cargo del
área Judiciales, como publicó este diario el 25 de enero pasado. El Petiso,
como lo llaman al ahora espía de la ex SIDE, responde políticamente al
presidente de Boca. Todo queda en la gran familia del PRO.
Angelici también apareció en Cupra Corp, una sociedad
inscripta en el estado de Florida, EE.UU., donde figura como presidente, y su
vice es Marcelo Braccia, otro socio que tenía en Binarge. Este último también
figura en la sociedad del Bingo Ramallo. La misma que en 2010-2011 motivó una
protesta de trabajadores que escracharon a Angelici en la Bombonera antes de
que ganara las elecciones en Boca. Lo acusaban por prácticas antiobreras y
pagar salarios muy bajos. El dirigente integró la Cámara Argentina de Salas de
Bingos y Anexos (Casba). Canale, su socio en la offshore de Panamá, también lo
acompañaba en la Casba.
Salvestrini, frustrado candidato a la presidencia de Boca y
actual vocal titular de su comisión directiva, figura en Grandberry Inc como
tesorero. Se trata de una antigua offshore con base en Panamá creada el 10 de
noviembre de 1980, cuatro años después de que el grupo Macri anotara su primera
sociedad (Francsoma SA), el 20 de octubre de 1976, o sea casi siete meses más
tarde del golpe cívico-militar en la Argentina. Kagemusha, la segunda empresa
inscripta en el exterior por el holding, es de 1981. Ahí ya figuraba el
presidente de la Nación. Era mayor de edad. Tenía 21 años para entonces. De la
misma época son dos offshore donde también apareció Salvestrini como directivo:
Lorela SA y Niagara Holding Corp.
Otro de los nombres cercanos al presidente Macri que tiene
una sociedad registrada en Nueva York es el titular de la Agencia Federal de
Inteligencia (AFI) y ex intermediario en el mercado del fútbol, Gustavo
Arribas. Se llama La Veneziana Corp y está vigente desde el 17 de abril de
2009. Su sede se ubica en la avenida Astor, del Bronx, en Nueva York. Hasta que
su amigo Macri lo nombró en la ex SIDE, el escribano Arribas vivía en San
Pablo, Brasil, desde donde intervenía en el mercado de pases y en otras
actividades lucrativas. En el país vecino controla tres empresas: G.H.A,
especializada en la administración de bienes inmobiliarios; HAZ Brasil, la más
famosa y mediante la cual negociaba pases o la representación de futbolistas; y
Storm Producciones, dedicada a la fotografía publicitaria.
El ex vicepresidente de Boca, Roberto Digón, situó a Arribas
y Macri en el difuso territorio donde se constituyen las sociedades offshore.
Fue un adelantado al denunciarlo. De quien por entonces era el presidente del
club, dijo hace diez años:
“Tiene una cuenta en las Islas
Vírgenes a nombre de sus testaferros, Fernando Hidalgo y Gustavo Arribas”.
Su testimonio lo publicó La Nación el 24 de julio de 2005 en una nota titulada:
“Pedirles plata y sacarles el 15 por ciento no es novedad”, en alusión a los
futbolistas.
El caso de los Panamá Papers y el escándalo de la FIFA que
explotó el 27 de mayo de 2015 tienen en común varios personajes que hoy están
muy complicados judicialmente: Alejandro Burzaco, el ex CEO de Torneos y
Competencias que se encuentra bajo arresto domiciliario en Nueva York, y los
Jinkis, Hugo y Mariano, dos empresarios que luego de ser detenidos en Buenos
Aires recibieron el beneficio de la excarcelación concedido por el juez Claudio
Bonadio.
El primero, como ahora se comprueba con las filtraciones panameñas,
apeló a José Natalio Margulies, un intermediario casi octogenario nacido en
Argentina pero que hizo su trayectoria comercial en Brasil. Con su colaboración
intentó diluir los rastros que dejaron los sobornos en el FIFAgate. Lo
subcontrató por lo menos seis veces desde una sociedad inscripta en las Islas
Caimán y le derivó 30 millones de dólares. Margulies es un culpable confeso en
el escándalo de las coimas de la FIFA.
Burzaco pasó de TyC a TyT (Torneos & Traffic) y de ésta
a TyT Sports Marketing BV, con sede en Holanda. Seguir la letra T, en su caso,
fue como seguir la ruta del dinero para hacerse de contratos millonarios de TV
depositando comisiones ilegales en sociedades offshore o en bancos de Estados
Unidos.
