EL PRESIDENTE DE BOCA GOBIERNA SIN OCUPAR EL SILLON
DE LA AFA
Hace y deshace en medio de la profunda crisis que atraviesa
la AFA. Su relación con Mauricio Macri y el presidente paraguayo, Horacio
Cartes. Las operaciones que delega en Adrián Ruocco, el representante de Carlos
Tevez. Ícono de los privatizadores del fútbol argentino
La
AFA no puede pensarse hoy sin la influencia determinante de Daniel Angelici. Gobierna
sin ocupar el sillón de Julio Grondona porque ni siquiera le hace falta. Impuso
el miedo entre sus pares y no un miedo cualquiera: el de ir presos.
El único
mandante que reconoce está en la Casa Rosada: el presidente de la Nación que
supone que San Martin estaba angustiado por querer independizarse del rey español.
Angelici
sigue las coordenadas de Macri para imponer la Superliga, domesticar al fútbol
sumido en un caos y todo lo hace con su proverbial estilo de patrón de estancia.
Es hombre de máxima confianza de dos presidentes sudamericanos.
Mauricio
Macri, el primero y obvio, lo nombró su sucesor en Boca hace cinco años en
agradecimiento por los servicios prestados. El otro es el paraguayo Horacio
Cartes, de quien Angelici se dice su socio. En 2014 le anunció que gestionaría
inversiones argentinas en el país vecino. Los demás datos de Angelici son
demasiado conocidos: empresario de bingos y casinos, abogado, lobista consumado
de empresas privadas, operador judicial del gobierno nacional y gestor
apresurado de un proyecto que entregará el fútbol al “mercado privado”.
Desde
Ecuador, antes de que Boca perdiera con Independiente del Valle la primera
semifinal de la Copa Libertadores, Angelici repitió la monserga con que viene
amansando a los dirigentes en las últimas semanas: “Sin Superliga no habrá plata”.
Lo decía por el dinero que debe pagarle el gobierno nacional a la AFA por el Fútbol para Todos (FPT) –y por añadidura a los clubes–, tal como lo estipula un contrato vigente hasta 2019.
Pero el gobierno nacional no va a pagar nada si los clubes votan en contra de la superliga, o la votan pero su administración queda en manos de los clubes chicos o eligen un presidente de la AFA que no tenga la bendición previa de la Casa Rosada.
Lo decía por el dinero que debe pagarle el gobierno nacional a la AFA por el Fútbol para Todos (FPT) –y por añadidura a los clubes–, tal como lo estipula un contrato vigente hasta 2019.
Pero el gobierno nacional no va a pagar nada si los clubes votan en contra de la superliga, o la votan pero su administración queda en manos de los clubes chicos o eligen un presidente de la AFA que no tenga la bendición previa de la Casa Rosada.
Por
lo tanto, a falta de la plata sobre la que está sentado Macri, hay
que reemplazarla de algún otro lado para que los torneos comiencen y el fútbol
salga de la cesación de pagos en que se encuentra. Pues bien, ahora Angelici sostiene que la tendrían que
poner la “FIFA y Conmebol, las entidades madres, y hacerle un adelanto económico a
la AFA por lo que se viene: eliminatorias y mundiales”.
El
presidente de Boca no da puntada sin hilo. Avanza porque le temen o porque lo
dejan. Maneja el fútbol a control remoto sin tener un cargo que no necesita. En
los pasillos de la AFA, que ya no frecuenta, lo critican en voz baja. No son
los dirigentes que resisten su política. Son también los empleados, que el
jueves cobraron un magro adelanto de 3200 pesos a cuenta de sus salarios de
junio.
Angelici
es socio de Desarrollos Maipú con el prestamista y ex directivo de Huracán
Jorge Antonio Galitis. Un emprendimiento que combina un lujoso casino y hotel
en Mendoza. El empresario Galitis es aquel que les cambiaba cheques a los
clubes a tasas que rondaban el 40 por ciento.
Angelici
es generoso con sus amigos del fútbol. Uno de ellos es el contador Adrián
Alberto Ruocco, representante de Carlos Tevez. El ídolo boquense que contribuyó
a que ganara la reelección en el club a fines del 2015. “Es importante que
Daniel siga, él me trajo al club”, decía el delantero la tarde en que el
presidente revalidó su mandato.
Ruocco
y Tevez están relacionados desde 2004-2005, cuando el primero comenzaba a
representar al segundo que sería transferido al Corinthians de Brasil. En ese
pase que en su momento llamó la atención de la AFIP que conducía Alberto Abad -
quien ocupa nuevamente ese cargo en el gobierno actual - estuvo involucrado
también otro empresario del fútbol cercano a Angelici: el actual jefe de los
espias de la AFI (ex SIDE), Gustavo Arribas. Macri era el presidente de Boca
cuando se produjo el traspaso y dijo que el club había cobrado 19,5 millones de
dólares. No fue así.
La
suma ingresada a Boca fue menor. Unos 16 millones de la divisa. ¿Y el resto? Debió evaporarse o quizás esté en alguna cuenta de Panamá. Pasaron algo más de once años y el contador
Ruocco se transformó en una especie de alter ego del presidente de Boca. El
agente de partidos FIFA
Guillermo
Tofoni se reunió con él en abril pasado en el hotel Faena de Puerto Madero. “Me
ofreció acercarme a Angelici”, en el marco de las negociaciones que mantenía
aquél con la AFA por la renegociación de un contrato de derechos hasta 2022. Su
respuesta a la propuesta fue negativa.
Ruocco
también se presentó a nombre del presidente xeneize cuando pidió cotización a
Lanús por un jugador: Diego “Pulpito” González, volante ahora del Santos Laguna
mexicano. Lo atendió un dirigente que llamó después a Angelici para reprocharle
porque no lo había hecho él mismo.
El
contador también apareció vinculado al grupo inversor que adquirió el pase de
Jonathan Calleri. Mediante una triangulación, el delantero pasó por Deportivo
Maldonado de Uruguay - un club pantalla
- y terminó en el San Pablo de Brasil. Ahí está participando de la Copa
Libertadores, torneo a cuya finalización se sumará al seleccionado argentino
que irá a los Juegos Olímpicos.
Ruocco
es la voz de Angelici pero también la de Tevez. Si se comprende la lógica de
esta relación tripartita se puede entender mucho más lo que pasa en Boca. Incluso
que Calleri sea representado por el contador después de abandonar en diciembre
pasado a su ex agente, Fernando Hidalgo.
Angelici
utiliza ahora la misma logística a la que apelaba Macri cuando ocupaba su cargo.
Utiliza empresarios del fútbol para que se pierda su rastro. Petrini (Eduardo),
Arribas, Hidalgo, Gamarnik (Eduardo), el propio Ruocco, representantes de
futbolistas todos que incluso llegaron a cargos públicos vía el PRO, como en los dos
primeros casos.
Petrini
presidió el ex Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) y
Arribas es el actual titular de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia). Hidalgo
tuvo una offshore panameña llamada Top Players Agency Corp entre 2007 y 2013
cuando era socio del jefe de los espías conjuntamente con un israelí, ex
miembro de la Mossad.
El
poder casi absoluto de Angelici en la AFA lo hace igual o más responsable por
las calamidades que les atribuye a otros.
Pese
a todo, no le está resultando fácil imponer su política de tierra arrasada ni
se sabe con certeza si logrará que se apruebe la Superliga.
“Hay una gran confusión en él y la política que quiere imponer de apuro. Este es su gran fracaso y encima no consiguió nada para mostrarle a Macri”, dice una voz crítica que tiene historia en la AFA.
“Hay una gran confusión en él y la política que quiere imponer de apuro. Este es su gran fracaso y encima no consiguió nada para mostrarle a Macri”, dice una voz crítica que tiene historia en la AFA.
Muchos
asambleístas de los que votarán este lunes 11 en el predio de Ezeiza a favor o en
contra de la reforma estatutaria que impulsa Angelici no tienen idea de qué se
trata. No se la explicaron como correspondía o ni siquiera recibieron la
notificación oficial.
Otros dirigentes, ya procesados, sufren en carne propia la posibilidad de terminar detenidos con que el presidente de Boca los amenazó.
Es la forma en que el delegado del presidente de la Nación en el fútbol hace política. Quiere dar vuelta a la AFA como si fuera su redentor y es uno más de los que provocó la peor crisis de su existencia.
